El olor de ese rush que me recuerdan tus besos infinitos
que me sumergen nuevamente en esa depresión de la que no me interesa ser amigo
el aroma de tu boca de nuestro primer beso en el último encuentro
aún esta aquí, junto a mí, miles de pasajes frente a mi cerebro
bajan una escala entre visiones fractales precognitivas que la mente crea
imagenes calavericas que la argolla ofrece junto a su frio acero
no tienen por que ser de muerte...
Me recuerdan los errores, de la estupidéz humana que busca machacarnos
golpear una y otra vez, adentro y afuera de la nada, achicharrarnos
y una luz que deseo que aparezca al final de esta enarmonía que aparece
frente a mis ojos, nuestros ojos, esa disonancía del espacio, vacío entre estas notas
y nose que hacer, solo se que no quiero apagar la melodía
necesito todo esto, no quiero caer, no quiero que nos apaguemos
ese pinche puede afirma lo que se ha caído, pero no solo,
la fuerza necesaria, esa que nos impulsa, que nos mueve que nos hace actuar y también
equivocarnos, esa luz tuya y mía, que hacen una, tan hermosa
como el último beso, el último abrazo, el último te quiero...el último te amo.
...el rush, el anillo y el pinche...
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